La vida es sueño

La vida es como una ola, un constante vaivén entre el sueño y la consciencia.

La “pupas”.



(Diario de una lunática IV)




engo una familia muy peculiar. Ya os iré hablando de ellos poco a poco. Os aseguro que hay material para escribir libro y medio.

De momento quiero hablaros de alguien que, si bien no lleva en sus venas la sangre “lunática”, ha logrado, gracias a su dedicación, entrega, paciencia, buen humor y otras muchas cualidades, un lugar prominente en esta familia.

Obviamente me refiero a la “pupas”. Sobrenombre que, os aseguro se ha ganado a pulso.

Y me preguntaréis, ¿por qué? Pues yo os lo diré.

Si hay un trocito de bordillo roto en cincuenta metros de acera, ella lo encontrará y tropezará con él, se desollará brazos y piernas y se llenará todo el cuerpo de moratones.

Si va con su hija en brazos, se las arreglará para tropezar (siempre tropieza), y conseguir milagrosamente: caerse, que la niña no se haga un solo rasguño, y a la vez, hacerse un esguince de “caballo”, ¡todo a la vez, oiga!

Si vamos caminando por Toledo, ella encontrará cada adoquín del suelo, (y si habéis estado en Toledo, sabréis que hay muchos) y tropezará (inevitablemente) con él.

¿Que la ofrecen un “sugus”? Ella se las ingeniará para que se le quede pegado en la funda de dos muelas, le arranque de cuajo las dos fundas y quedarse con la sonrisa de “cuñaaaaaaoo”.

¿Que estamos en el festival? Ella se pondrá a criticar el horrible nombre de una nieta, ¡con la abuela sentada en el asiento de atrás! Y cuando la abuela la recrimine, ella muy “ofendida” contestará, que no soporta a la gente ¡¡¡que se mete en conversaciones ajenas!!!

¿Os lo imagináis? Pues todo esto (y más) es ahora, en la actualidad.

Pero esta “elementa”, lleva siendo la “pupas” toda la vida.

Porque (y esto yo no lo he visto con mis propios ojos, pero me lo han contado) creo recordar, cosas como estar de vacaciones y en un puesto callejero, cierto altercado con cierto “negro”. O en una terraza, un baño con la “taza” en alto, y una puerta que “misteriosamente” se abre de golpe, y…

¡En fin! Creo que hay infinidad de anécdotas, a cual mas estrambóticas y lunáticas, relacionadas con este increíble “personaje” ¡Y las que nos quedan por vivir!

Hoy sin ir más lejos, nos ha hecho pasar una maravillosa tarde, de esas que tanto nos gustan, y que reúnen todos los ingredientes. A saber:

Buena compañía, bolsas de patatas, una buena película, y sobre todo, algo que todas necesitamos de vez en cuando… un millón de risas.

Por favor… ¡no cambies nunca “pupas”!


¡¡Te queremos tal como eres!!

Viviría mil vidas a tu lado





e conozco desde que naciste. Tú a mí desde que tengo un año y una semana.

Hemos vivido muchas cosas juntas, ¿verdad? Cosas buenas y cosas no tan buenas.

Hemos llorado juntas, y nos hemos reído juntas también (y nos hemos reído mucho, ¿no?)

Hemos compartido secretos de adolescentes, confidencias a medianoche, ilusiones, anhelos,…

Luego crecimos, y siempre hemos estado juntas. Juntas hemos disfrutado de mis hijos y de los tuyos. Nos hemos ido juntas de vacaciones,… ¡hemos compartido tanto!

Siempre has estado ahí si te he necesitado. Yo espero estar también ahí siempre, a tu lado.

Te quiero.

Hoy, que cumples taitantos años (un año y una semana menos que yo), quiero hacerte un pequeño regalo.

Ya que no he podido hacerte una tarta (sabes que no es culpa mía, es que no me funciona el horno), te mando ésta con todo mi amor.



¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!




Un año más, un sueño más

No se si felicitarte por cumplir años o por estar cada día que pasa mejor. Vuelves a tu juventud en cuerpo y alma. Pero sigues teniendo en tu corazón ese punto de calor que tienen los ancianos. Porque nos arropas con tus brazos volviendo a unir los lazos. Porque siempre estas para todos. Incansable. Sin fin.



Hoy cumples uno más y nosotros te queremos más. Hoy eres más sabia. Hoy estas más guapa. Hoy eres envidia. Hoy vuelves a ser tu.


¡Qué ha pasado, Jaime…!

(Diario de una lunática III)



sta entrada va dedicada a esta célebre frase (célebre no para el mundo, pero sí para algunos de nosotros), pronunciada casi a diario por mi amantísimo esposo.

Que se me quema la comida,… ¿Qué ha pasado, Jaime…?

Que no he salido a comprar,… ¿Qué ha pasado, Jaime…?

Que no estoy en casa cuando vuelve,… ¿Qué ha pasado, Jaime…?

Que me he dormido,… ¿Qué ha pasado, Jaime…?

,… ¿Qué ha pasado, Jaime…?

,… ¿Qué ha pasado, Jaime…?

El otro día alguien me preguntó por el origen de la frasecita. Así pues, os lo voy a contar. Esta frase tiene su historia.

Dos amigos de mi marido, que habían estado de juerga, circulaban por una carretera secundaria de vuelta a casa, a las tantas de la madrugada. El que iba conduciendo, Jaime, (que iba igual de ebrio que el que no conducía), empezó a dar cabezadas.

El copiloto, se había quedado dormido hacía rato, y Jaime no aguantaba con los ojos abiertos.

Aunque como quedaban pocos kilómetros para llegar, decidió hacer un esfuerzo, y continuar hasta casa.

Pero, como es lógico, acabó sucumbiendo, y al fin cayó en los brazos de Morfeo.

El caso es que el coche se salió de la carretera, dio dos vueltas de campana y acabó estampándose contra un árbol.

Y,… ¡oh , gran Ángel de la Guarda de los Borrachos!, ambos salieron ilesos, sin ni siquiera un rasguño.

Pero con tanta sacudida el copiloto se despertó. Miró alrededor (con ojos extraviados por el alcohol y el sueño), miró a su amigo, miró el árbol, volvió a mirar a su amigo, miró de nuevo el árbol, y preguntó:


- ¿Qué ha pasado, Jaime…?

Hadas en mi cabeza

"Sus fantasías", Rosario Flores.




ay gente que tiene pájaros en la cabeza. Yo tengo la mía llena de hadas. Hadas locas y risueñas que revolotean a mi alrededor. Me hacen reír. Me evocan recuerdos. Me susurran. Me animan. Me cuentan lo que ven.

Mis hadas tienen el color del oro. Y llenan mi alma de destellos que salen por la punta de mis dedos. Por mis pies y por mi pelo. Guardan mis pensamientos y mis deseos, a veces los juzgan pero siempre, siempre se los callan.

¿Y tú, tienes pájaros o hadas?

Los conguitos






ay recuerdos inolvidables.

Como por ejemplo el de una tía,

más niña que los propios sobrinos,

formando una fila india

con todos los peques

y bailando una extraña coreografía

inventada por ella misma,

mientras cantaba esta canción:




Cuando la vida te dé limones…no hagas nunca limonada.


(Diario de una lunática II)




nvierno.
Fin de semana.
Me gusta ese momento de la mañana, cuando me despierto y me quedo un rato en la cama, con la mente, en ese estado de relajación al que solo llega uno cuando ha tenido un descanso perfecto; y no lo ha despertado un “relojito” gritón, exigente y maleducado, sino el sonido del viento o de la lluvia, o de los pájaros o la voz de la vecina diciéndole a su pequeño:
- Vamos Luisito, cómete los cereales, o no bajarás a jugar…
Me estiro en la cama, giro varias veces sobre mí misma y vuelvo a la posición inicial. Sonrío. La vida es casi perfecta.
De una increíble doble patada, empujo la ropa de la cama hacia atrás, y me levanto de un salto. Me siento con energías, hoy va a ser un gran día, lo presiento.
Noto un poco de frío. Mucho frío. ¿Qué pasa? Parece que no funciona la calefacción. No importa.
Voy a darme una ducha. El agua caliente me da energía. Me enjabono el pelo y me entra jabón en un ojo. Es igual, el escozor se acaba pasando. Me acabo de aclarar el pelo con agua tibia, la bombona del butano debe estar en las últimas. Bueno, no pasa nada, casi he terminado.
Se me cae el secador y ahora sobra una pieza, que no se donde va. Por supuesto no funciona. Es lo mismo.
Voy a tomarme un café bien cargadito para entrar en calor. Pero parece que no va a poder ser. Creí que había otro paquete de café por algún lado…Bueno. Como es sábado bajaré a desayunar al bar de la esquina. Y así aprovecho y me como unos churritos.
Me pongo unos vaqueros descoloridos, un viejo anorak al que tengo un especial cariño, y un gorro de lana sobre mi pelo mojado. ¡No me vaya a constipar!
Bajo por la escalera y me tropiezo con un patinete olvidado en el tercer escalón. ¡Casi me rompo los dientes! Con el gorro de lana tan calado, apenas veo nada. Pero no quiero constiparme.
En la misma puerta del bloque un coche me salpica al pasar. ¡Como me ha puesto de barro! Pero nadie me va a estropear el día. Veo la esquina donde está el bar y decido echar a correr para llegar más rápido. Ha empezado a llover con fuerza.
Al cruzar la calle un coche se me echa encima. No lo he visto con este maldito gorro de lana. El conductor saca la cabeza y me grita: - ¡Borracho hijo de puta! ¡Mira por donde vaaas…! Yo levanto el puño cerrado y mi dedo corazón sale disparado como un resorte, para hacerle un perfecto saludo hawaiano (el mismo que mi amigo Paquito me enseñó a los cinco años). Parece que no le ha sentado muy bien, porque sale del coche corriendo y gritando palabrotas. Consigo darle esquinazo tres manzanas más allá.
Estoy sofocada y tiritando de frío, todo a la vez. Por fin llego a la puerta del bar y descubro un cartel que dice: “Cerrado por asuntos familiares”
Me vuelvo a casa arrastrando los pies, empapada, llena de barro, congelada (mi nariz ha empezado a gotear, creo que me he constipado), y con un terrible “mono” de cafeína.
¡Maldita sea!
Odio el fin de semana.

¡¡Qué ganas tengo de que llegue el luneeeeeees..!!

Yo también me defino





Sorpresa!


Al igual que a mi querida "jefa"Dory, a mí también me define mi nombre. Pero al contrario que ella, yo no "me hago llamar", a mí me llaman, o me llama "ella". Soy torpe e ingeniosa. Superficial y profunda. Tierna y dura. Seria y bromista. Soy muchas cosas.
Como todo el mundo.
O sea, una lunática.
Sea como fuere, Dory me ha dado la llave para entrar.... Y he entrado. Se que se va a arrepentir, pero... ya es tarde...
¡¡No me iré nunnnnnncaaa...!

Dory. Ahora pondría nuestra canción, ya sabes:
"Don Diablo se ha escapado
tú no sabes la que ha armado
ten cuidado
yo lo digo por si..."

O mejor aún.

La cantaría yo misma.

"Don diablo", Miguel Bosé.

Las mañanitas

"Las mañanitas", Nat King Cole


...estas son las mañanitas que cantaba el rey David y hoy como es día de tu santo te las cantamos a ti. Despierta mi bien despierta, mira que ya amaneció...




ace muchos años en mi cumpleaños me escribiste una carta. Aún la conservo. Guarda tú esta felicitación de cumpleaños en lo más profundo de tu corazón, donde moro yo.

Los años que has cumplido son velas en tu camino. Te alumbran. Te enseñan el sendero. Te llenan de luz y de vida.

Que cada año que cumplas te traiga más sonrisas. Que cada una se aloje en tus pestañas.

Que cada día seas un poquito más feliz.

Feliz cumpleaños.

A mis niños de los 80









Lo recordáis?

¡Es Casimiro!


"Fuera calcetines,
me pongo el pijama,
recojo la ropa, preparo la cama.
Las hadas y duendes se lavan los dientes
con mucha pastita y agua corriente.
Pequeños infantes, chavales pequeños
se apagan las luces se encienden los sueños
UH-AH UH-UH-AH
UH-AH UH-UH-AH
UH-AH UH-UH-AHUH-AH UH-UH-AH."



Soñar con los pies


(Diario de una lunática I)

icen que: “Bailar es soñar con los pies”.
Yo nunca lo he creído. Creo más bien, que el baile es la pesadilla de los pies. O de “mis pies”.La verdad es que mi sentido del ritmo es inexistente; vamos, que la música va por un lado y mis “soñadores pies” por otro. Siempre que hemos ido a bailar, me he sentido como una tonta haciendo “movimientos ridículos y (o) esperpénticos”, mientras miraba a mi alrededor para asegurarme que nadie me miraba con cara de: “¡Dios mío, qué le pasa a esta tía!”
Y es que ni mis pies ni yo tenemos “oído”, y así nos va… (Bueno… ¡Tendríais que oírme cantar! Yo no canto, versiono…)
Luego está lo otro, claro. Lo de mover el cuerpo con un mínimo de “gracia”.
“Eso”…, tampoco lo tengo. Mi cuerpo se envara en cuanto oigo música seguida de las palabras: “¡Vamos a bailar…!”. ¡¡¡Creo que fui YO quien inspiró, al que inventó los pasos robóticos!!!
Yo bailo así. ¡Os lo juro!: Cuello rígido, codos flexionados; como no sé que hacer con las manos, suelo dejarlas abiertas (como muy naturales, oiga), y los pies, en fin, nunca los presto demasiada atención. Están tan abajo, que no puedo vigilarlos. Creo que golpean el suelo sin parar, como dando zapatazos, pero no llevan el mismo ritmo que las manos, y resulta muy estrambótico. Vamos que no quiero ni pensar en la cara que pongo mientras muevo cada parte de mi cuerpo a un ritmo diferente (que no tienen nada que ver con el ritmo que suena realmente) Supongo que mi cara se debe partir de la risa (es lo menos que puede hacer, dadas las circunstancias)
Pero, aunque no soy capaz de soñar con mis pies, sí puedo soñar con los pies de otros. Vamos, que el baile de otros puede hacerme soñar.
Por ejemplo, ¿habéis visto “La cruda realidad”?
La escena en la que el chico saca a bailar a la chica, la canción: “el gitano del amor”, es simplemente gloriosa…
¡¡Lo que yo daría…!!
¡¡Cuantos sueños me ha inspirado ese baile…!!
¡¡¡Dios mío!!!
¡¡¡Yo quiero a ese hombre!!!


¡¡¡Que me lo traigaaaaaaan…!!!

Editora de esta entrada: Lunática. Consentidora de la misma: Yo misma.

El Yin y el Yan


Según la filosofía oriental el Yin y el Yang es el concepto de la dualidad de todo lo existente en el universo. Que todo tiene su contra está claro. Blanco-negro, frío-calor, vida-muerte, hombre-mujer.


El Yin es el principio femenino. El Yang es el principio masculino.
Buscamos nuestra mitad, nuestro complemento a todo en esta vida. Hay veces que logramos hallarlo. La vida va de mitades. De esto se podría sacar dos conclusiones que somos imperfectos y necesitamos buscar el complemento para nuestra perfección, o que somos perfectos solo a medias.
Sea lo que sea el antónimo de las cosas las hace bellas y únicas. No sentiríamos amor si no fuésemos capaces de sentir odio.
Según esta conclusión debemos amar a los que odiamos porque gracias a ellos sabemos lo que es amar. Pero esto parece un poco raro.
¿Os imanáis?
-Querido odiado, gracias por hacerte odiar porque gracias a eso amo a otras personas-.
Pero esto nos llevaría de nuevo al principio que sería el amor, royo bucle obsesivo o algo así.
Entonces ¿de qué va esto? ¿El Yin y el Yang es un circulo cerrado como afirma la imagen que no solo se complementan sino que se necesitan para subsistir porque son lo mismo con diferente cara? o por el contrario son dos mitades que pueden coexistir sin necesidad la una de la otra. -Yo sólo amo-, -yo solo odio- tipo Jekill & Hyde.
Y vosotros, ¿que opináis?

Nuestro encuentro



"Esta será mi casa", Nino Bravo.






n amigo muy Feroz me recomendó que escribiera para aliviar mi alma. Comencé este blog en una huida hacia adelante (como él mismo diría) para encontrarme a mi misma, aliviar mi alma, desahogar mi corazón y entretener mi cabeza.

Ahora descubro que mi terapia no solo me está haciendo efecto a mí. Vosotros venís a verme. Cogéis el corazón en vuestra mano y lo vais depositando aquí. Y dejáis un te quiero que nunca dejaríais en persona. Y captáis la atención pidiendo más amor y dándolo aunque no seáis conscientes.

Es maravilloso sentirse vivo otra vez. Tener cosas que contar. Tener a alguien que siempre está ahí escuchando. Por esto me doy cuenta de que este blog no es mio, es de todo aquel que quiera entrar, leer y dejar una parte de su vida.

Os pertenece tanto como a mí. Os dejáis llevar y plasmáis lo que sentís, dando vida a algo que nació de la nada y que ahora sin haberlo premeditado se a convertido en lugar de encuentro. Sin ataduras, sin horarios, sin compromisos. Entro cuando puedo y dejo mi esencia para que cuando entre el siguiente pueda olerla.

Mi Bella flor, el poeta, la imaginativa que aporta el humor que esto requiere, la ausente, los que no lo conocen, los que vendrán.

Porque esto es de todos.

Bienvenidos a casa.

De aquí a la eternidad contigo





ún me seco las lágrimas que invadieron mi alma el sábado.
No encuentro mejor forma de responderte que dedicarte una entrada a ti solito.

El carpintero teniéndome en brazos

¿Recuerdos de niñez? ...ufff, ¡...infinitos!
Tantos y tanto amor. Algunos sueños no los cumplimos y otros ni soñándolos nos los podíamos imaginar.
Lo importante es aquella esencia que vamos dejando en el camino a nuestro paso, y la tuya, huele a fresco, a cálido, a amor, a bondad, a serrín.
¡¡Ahora peso un poco más!!

Porque eres carpintero de almas. Porque las moldeas con amor, las barnizas con dulzura dejando siempre tu seña de identidad.
El ramo que me mandas no se secará nunca, lo riegas y lo riegas con cada mirada, con cada sonrisa, con cada abrazo, con cada... !¿quién quiere café?", con cada "te sigo el royo", con cada todo tú. Porque quiero muchos besos de hola y ninguno de despedida, porque un abrazo es una vida entera.
Porque te describes a ti mismo cuando hablas de los demás. Porque tú más que nadie nos demuestras lo que es el coraje de vivir, porque tu compañera de viaje se come el mundo a tu lado. Porque los dos sois ejemplo. Los dos amor. Los dos fuerza. Porque es un privilegio contar con vuestra dicha. Estar en vuestras desdichas. Por que las metas son vuestras.
Porque os quiero. Gracias por ser como eres. Gracias por estar a mi lado.