engo este cuadro en el cuarto de estar desde hace años.
No el original, por supuesto,... ¡qué más quisiera yo!
Últimamente, siempre que entro y lo miro, pienso en ti. En cómo lo miras cuando llegas a mi casa. En la carita de ilusión que pones cuando lo señalas.
No recuerdo exactamente cuando te vi observarlo por primera vez. Pero se que cuando lo miras, ves en él algo que te hace muy feliz...
Y siempre que me acerco a donde lo tengo colgado, me sorprendo a mí misma sonriendo, porque cuando veo esa pintura, veo también tu sonrisa.
Y me pregunto qué será lo que veas en el cuadro que te produce tanta alegría.
Espero que algún día puedas contármelo tú misma.
Y quien sabe...
¿No dicen que Dalí era un genio?
Quizás él supo entonces, cuánto iba a gustarte...
Y tal vez lo pintara expresamente... para ti.