l ser humano es por norma un animal de costumbres.
Cuando algo nos funciona, lo utilizamos siempre.
Creamos fórmulas para todo. Fórmulas para ligar, para tratar a los niños, frases ingeniosas para romper el hielo con desconocidos, estrategias con escenografía incluida para reconciliarnos con nuestra pareja...
Yo por ejemplo no soporto que Isi se enfade conmigo. No el hecho en sí de estar enfadados, sino que él se enfade conmigo, porque enfadarme yo con él y tenerlo una semanita suspirando por los rincones me encanta, jaja.
Hace un tiempo ideé una fórmula para que se le pasara el enfado que me funcionó muy bien y que he utilizado con éxito ya unas cuantas veces... (Como habréis adivinado ya, se enfada a menudo, jeje)
Para realizar bien la puesta en escena, es necesario tener un rollo de papel higiénico a punto de expirar.
Se coge el tubo de cartón una vez que todo el papel ha "desaparecido" y se avanza sigilosamente por la casa hasta encontrar al sujeto "cabreado". Cuando lo tienes localizado, te colocas el tubo en un ojo, guiñas el otro y de un gran salto, te cuelas dentro de la habitación donde él se encuentre, adoptando la pose de John Silver "el Largo"... (que no sé por qué le llamaban así, con el tamaño que tiene, jajaja)
- ¡Ajajá...! Así que era aquí donde te escondías... Menos mal que te he localizado con mi increíble catalejo...
¿Verdad que es algo muy tonto? Pues con Isi siempre funciona. ¡Le entra tal ataque de risa que no puede seguir cabreado por mucho tiempo...! Y lo gracioso es que cada vez le hace más gracia (ya lo sé, es inexplicable, jaja)
Claro, que a él lleva funcionándole más de veinticinco años "A las puertas de Toledo" (y eso,... ¡sí que es inexplicable...!)