La cosa ya no da más de sí. Hasta 3 meses sin cobrar son motivos suficientes para tomar medidas drásticas o de la índole que sean, me da igual...
Y la solución a llegado. Un ERE planea sobre nuestras cabezas llenándonos de incertidumbre.
Ahora que estoy a punto de pasar unos meses alejada de este lugar al que tan bien me adapté desde el primer día, se agolpan en mi cabeza los recuerdos que he acumulado en estos casi 6 años.
Recuerdo el día que empecé, ¡¡..que miedo tenía!!. Pensaba que no sabría hacer otra cosa que no fuera coser zapatos, y en unos meses me vi envuelta en la producción de cacharritos multicolor que alegraban mi vista cada mañana. No se si los trabajos nos hacen definirnos como personas pero, al entrar aquí encontré gente diferente y otra forma muy distinta de vivir mis horas de brega.
En este tiempo, me he reído como nunca (también he trabajado como nunca) y he estrechado lazos que será difícil romper.
En este tiempo, me he reído como nunca (también he trabajado como nunca) y he estrechado lazos que será difícil romper.
Por todo esto me apena tanto que esta etapa llegue a su fin, yo, siempre con esta manía de encontrar algo a lo que amar en lo que me rodea, debo empezar a asimilar que mi tiempo de plástico ya pasó.
Pero no todo es tristeza, por el momento 6 meses de inciso en el mundo laboral me esperan.
¡¡...Preparaos porque tengo todo el tiempo para mi !!.
¡¡...Preparaos porque tengo todo el tiempo para mi !!.
-¿Qué hacemos mañana chicos ?, ja, ja..
Y cuando pasen estos 6 meses comenzaré de nuevo a escribir mi destino, pero esa será otra historia.
Por el momento, comienza este cuento:
Por el momento, comienza este cuento:
ERE-sé una vez...