Hoy hace exactamente 11 años que te decidiste por fin a nacer.
Tu pobre madre, hizo más viajes al hospital que un aguador.
Cada vez que iba a monitores, pensábamos:”hoy nacerá”.
E inevitablemente tu madre regresaba diciendo:”hoy tampoco nacerá”.
Y cuando al fin llegaste, decidiste hacerlo a lo grande. Tú no podías nacer cualquier día, no. Tú tenías que nacer el día de Nochebuena.
Pero cuando te vimos la carita (el primer día eras una fotocopia en pequeño de tu madre), se nos olvidaron los días de espera, se nos olvidó… ¡hasta la Nochebuena!
¡Eras como un caramelito!
¡Daban ganas de comerte!
Y había que ver al carpintero y a la pupas. ¡No había sábana en el mundo capaz de limpiarles la baba!
Los primeros años tu padre te seguía con la cámara de video a todas partes. ¡Yo misma tengo documentos gráficos suficientes para hacer una serie de televisión!
La verdad es que eras una monada.
Pero el tiempo pasa.
Y hoy ya no eres aquella monada.
Hoy eres una preadolescente, que pronto se convertirá en una preciosa mujer.
Y entonces no necesitarán tus padres una sábana…
¡Necesitarán toda la sección de ropa de cama del carrefour!
Brindo por tus 11 años.
Brindo por ti.
FELIZ CUMPLEAÑOS, SOBRINA
(Diario de una lunática IX)
Desde que Dory lo llamó así, no imagino otro nombre mejor para él.
Este es otro miembro de esta insólita familia.
Ya tuvo en su momento su entrada, y por eso yo no pensaba dedicarle una, pero luego he considerado que no era justo que él fuera el único que no se viera a través de “mis ojos”.
Es curioso, ¿verdad? El cómo cada uno tiene una distinta percepción de una misma persona, aunque luego estemos de acuerdo en lo esencial.
Este caballerete, es bondad, es simpatía con un puntito de seriedad. Pero sobre todo es sensato, juicioso, cumplidor… Es alguien en quien se puede confiar. Siempre. Y en todos los sentidos. Pondría, sin dudarlo ni un instante, mi vida en sus manos, con la total seguridad de que la antepondría a la suya propia.
A los niños de la familia, les encanta quedarse con él, porque es muy blandito y tierno (¡Vaya, parece que estoy hablando de un donuts!), y casi nunca les regaña.
Y tiene unas manos prodigiosas. ¡Qué cosas te hace con unos trozos de madera! ¡Y cómo nos aprovechamos todos de esa habilidad! De esa y de la otra. Me refiero a la maravillosa habilidad de no ser capaz de negarle a nadie nada. Porque podría parecer un defecto, pero es una habilidad, ya que alguien incapaz de decir que no, se apodera de un trocito de tu corazón para siempre. ¡Y él tiene un trozo enorme del mío…! Del mío y del de todos los demás.
¡Ah!, y nos ha salido poeta. Esto lo hemos descubierto recientemente. Supongo que ahora se entiende como consiguió conquistar a la “pupas” entre porrazo y caída. Haciéndole un poema por cada una de sus cicatrices.
Una cosita más. No te alejes nunca, por favor. Te necesitamos para mantener la cordura, pues, dentro de esta “tribu” cada uno tiene su función, y tú eres el sensato, ¿recuerdas? ¡Y por aquí hay cada loca...!
Te quiero, carpintero…
(Diario de una lunática VIII)
Parece que ha llegado el momento. Supongo que era inevitable. Lo he aplazado lo más posible, pero ya no puedo retrasarlo más. Tengo que hablar de este personaje.
Os aseguro que no es fácil hablar de alguien que si bien no tiene nada de memoria (olvida que ha quedado a tomar café, olvida que ha quedado en venir a cenar, olvida…), es siempre la que, cuando a veces se nos olvida un poquito que somos una familia, una estupenda además, tiene la valentía de recordárnoslo.
Puede hacerlo de mil maneras distintas, pero siempre golpeando directo al corazón.
Unas veces con una cartita navideña, donde nos recuerda que somos muchos y que todos (hasta el último), somos muy importantes para ella. ¡Cómo lloré cuando la leí! ¡Cómo lloramos todos! ¿Os acordáis? Claro que os acordáis.
Otras veces, proponiendo una anormal nochevieja en una parcela de cuyo nombre no quiero acordarme, con un menú a base de migas con chorizo, y sugiriendo dormir, (entre 20 y 26 personas), en el comedor de una pequeña casita, en colchones tirados en el suelo, calentándonos con una chimenea que tira fatal, sólo para poder amanecer el primer día de un nuevo año todos juntos. Todos. Juntos. ¡Mágicas palabras! ¡Cuántas cosas sugieren! Sobre todo si se pronuncian unidas en la misma frase.
O creando esta tontería de blog, que nos tiene a todos los sesos derretidos. Pero donde entramos una y otra vez, una y otra vez… A veces, sólo para releer la última majadería que alguna (o alguno) de nosotros ha puesto en los comentarios…
Lo cierto es que esta jovencita (sí, es la peque de la familia, excluyendo a la nueva generación), es como esa gomita que parece tan débil que en cualquier momento se va a romper, pero que se estira, mientras nos distanciamos un poquito, para volver a encogerse y acercarnos otra vez.
Gracias, peque. Por las cartas, por el blog,… ¡hasta por esos terribles planes de nochevieja! Y sobre todo… ¡gracias por ser tú!
O como dirías tú misma:
Gracias por ser, gracias por estar. Os veré en esta vida.
Y yo añado: “Que así sea”
A petición de la modelo, y por recomendación de su psicoanalista,
la imagen ha sido suprimida.Pero después de este fantástico
día que se nos ha concedido para disfrutar de la foto…
¡¡¡creo que ya nadie podrá olvidar nunca esa "jeta"... !!!
Y si alguien desea una copia… ¡no tiene más que pedirla!
(Diario de una lunática VII)
En todas las familias (más aún si son familias numerosas como la nuestra) se puede encontrar todo tipo de “personajes”. Por mucho que te esfuerces no hallarás dos personas iguales, ni siquiera parecidas, y no me refiero al físico, precisamente.
En nuestro caso está doña Accidentes, doña Diccionario, y, a parte de otros especimenes que ya iremos viendo, doña Perfecta.
Sí, sí, habéis leído bien. Doña Perfecta.
Ella tiene todas las cualidades del mundo, más unas doscientas más que se pone ella, ¡así,… por el morro!
Hace ya muchos años que le pusimos el apodo: “la guapa”.
¿Que por qué?, pues a parte de que ella lo repetía constantemente (incluso en sueños), la verdad es que no tengo la menor idea.
Porque, vamos a ver, guapa lo que se dice guapa la chica no es. Es resultona, como todas las mujeres de la familia, pero nada más.
Eso sí,… ¡se lo tiene de un creído! Y nosotras… la dejamos que se lo crea.
Y supongo que ahora me preguntaréis el motivo de que se lo consintamos.
Pues, ¡por qué va a ser…!
Porque la queremos tanto, que no nos importa que ella sea la guapa oficial,… siempre y cuando lo sea en el entorno familiar.
Ya que de puertas para afuera, la guapa oficial,… ¡soy yooooo!
Siempre ha sido la más independiente de todas. Aunque últimamente, la sentimos mucho mas cercana, como con un brillo especial (no, si al final va ha ser de verdad “la guapa”, ¡será posible!), un poquitín más nuestra. Y eso nos llena de alegría.
O como diría doña Diccionario: - Nos llena de júbilo, alborozo, entusiasmo, felicidad, regocijo, satisfacción…
Y supongo que doña Accidentes, la demostraría que es verdad, haciendo un doble salto mortal hacia atrás, a la vez que intentaba correr de lado (ella es así), y probablemente acabaría con una costilla rota en el intento… ¡por lo menos!
¡Ah!, lo olvidaba. A pesar de ser “perfecta”, tiene un pequeño defectillo. Bueno, ¿qué es un pequeño defecto en un océano de virtudes? Nada.
¿Que cuál es?
Veréis, solamente os daré un consejo.
Nunca, nunca jamás, vayáis a ver una película con ella, si, ella ya la ha visto antes o ha leído el libro. ¡No lo hagáis!, ¡en serio!
¡¡Os volverá loooocas!!
El acertijo del oráculo ¿Cuán grandes se harán sus rebaños? |
(Diario de una lunática VI)
Hoy os voy a hablar de otro miembro de nuestra original familia. La lista.
Cuando digo “la lista”, no me refiero a lista de: Catálogo, relación, índice, inventario.
Sino a lista de: Dispuesta, preparada, inteligente, perspicaz, aguda, astuta, sagaz, avispada.
Esta es la descripción más adecuada para “doña Diccionario”.
LISTA:
Dícese de aquella persona que te corrige cuando dices una palabra mal pronunciada, o utilizada indebidamente.
Dícese también de la persona que sonríe con suficiencia cuando tú hablas, como si supiera algo que tú no sabes (ni probablemente sabrás nuuunca)
Dícese además de aquella que aprovecha cualquier conversación para incluir una palabreja que nadie más ha oído nunca, y al comprobar la ignorancia de los que la rodean, prestarse voluntaria para darnos una conferencia de mínimo veinticinco minutos, sobre la susodicha palabra.
Dícese de… bueno, creo que os hacéis una idea.
Eso sí. Si tienes que ir a solucionar un problema burocrático, o del tipo que sea, y no quieres ir sola, llámala a ella. No sólo te acompañará encantada sino que además no te dejará hablar, y te solucionará todo, antes de que puedas decir amén. La verdad es que a pesar de lo “resabida” que es, no sé que haríamos algunos sin ella.
Y lo más importante de todo. Nadie, y digo nadie, es capaz de disfrutar de las palabras a tantos niveles como ella.
Las prueba, las cata, las paladea, las saborea, las disfruta, se relame… ¡Y luego nos las lanza, arroja, expulsa, regurgita,…hasta la saciedad! ¡Y en esto os puedo asegurar que no se sacia,… NUUUNCA!
Y para rematar, desde hace un año ha hecho suya la frase: “Mens sana in corpore sano”, y se ha puesto a hacer ejercicio como una loca.
¡Que Dios nos ampare como la de por darnos conferencias también, sobre los beneficios del entrenamiento físico...!
¡¡¡SOCORRO!!!
¡¡¡SOOOOCOOORROOOOO…!!!
“Frases que se oyen por aquí cerca” (en el cuarto de estar, en la cocina, en el baño), y que son muy “celebradas”,… Téngase en cuenta que en algunas la entonación es primordial.
- Bueno, se acabó. Lavamiento de dientes y acostamiento. ¡Ya!
- Mami, sabes que no me gusta llevar inuforme.
El: - Es que no tienes celebro. Ella: - Mamá, tu hijo es alfabeto perdido.
- Se lo he dicho a Antoño. ¿Qué?
- Se dice Antonio.
- An-to-ñi-o. Pues lo que he dicho. Antoño.
- ¡Ñiña, tráeme un yugú!
- Hoy me han cambiado al chicodelapuerta.
- ¿A quién?
- Al que me hace la rehabilitación.
- Papá, ese es el fisioterapeuta.
- Pues lo que he dicho. Chicoterapuerta.
- ¡Ya está bien! ¡Devuélvele el panuelo a Zelipe! ¡Ya!
- Voy a sellar esto. ¡Tráeme la seleicona!
- Me encantan las nuevas tecnologías. ¿Sabes que me he comprado un aipón? Para escuchar música y eso...
esde hace ya unos cuantos años, existe una maravillosa tradición familiar (y exclusivamente femenina), de juntarnos un día cercano a las fiestas navideñas, para ponernos guapas, y salir a cenar y después rematar la noche, tomando una copita o bailando (sí, habéis leído bien, bailandooo…)
Nombre: Bloggerín
Fecha de nacimiento: 24/10/2009
Fecha de bautismo: 24/10/2010
Bautizado por: Adoptada
Supe que ser amado no es nada; que amar, en cambio, lo es todo.
Hermann Hesse
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
Eleanor Roosevelt
Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por ser salvadas.
Jack Kerouac
La vida no se mide por el tiempo que respiras…
…sino por los momentos que te quitan el aliento…
Hitch
Los que sueñan de día, conocen muchas cosas que ignoran los que solamente sueñan de noche.
Edgar Allan Poe
Cuando bordeamos un abismo y la noche es tenebrosa, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo.
Armando Palacio Baldés