La vida es sueño

La vida es como una ola, un constante vaivén entre el sueño y la consciencia.

Imitación

La imitación es...

... el primer y mayor signo de admiración.

i todos fuéramos capaces de imitar los buenos ejemplos
casi sin darnos cuenta lograríamos
la eterna utopía de...

un mundo perfecto.

3 sueños:

Desde que nacemos somos unos imitadores, solo que no siempre imitamos lo bueno.
De pequeños imitamos a nuestros mayores porque buscamos un reflejo de ellos y esbozamos admiración profunda.
La imitación siempre es graciosa y entrañable pasando a formar los recuerdos de una infancia.
De viejos intentamos imitar a los jóvenes movidos por una envidia que se acentúa con la edad, las arrugas y la ley de la gravedad. La imitación siempre resulta patética.

Yo como pequeña de la familia siempre he tenido complicada la imitación, tenía 7 ejemplos en los que poder fijarme. Lo bueno de ser la última es que me he llevado una miniimatación de cada uno de vosotros. Y me siento muy orgullosa.

La entrada lanza uno de los mensajes más bonitos que podías mandar.
¡¡Qué fácil sería todo!!
Pero es lo que tienen las utopías que solo son eso ...utopías.

 

Que poco puedo agregar, si la payasa de Dory ya lo ha dicho todoooooo, no voy repetirme con mas de lo mismo. Solo decir que hay que tener el ojo muy atento con lo que se hace y dice, porque de niños aunque parezca que están a lo suyo, no es así, tienen bien puestas las antenas para captar todo, y después vienen las sorpresas.
Así están algunas...jajaja de captar tanto, mas paaallí que pacaaa.
Chicas esta tarde tengo una sorpresita (para degustar con el cafetito).
!!Bella!! déjate caerrrrrrr, monina.

 

Cuando descubrí esta fotografía (la del niño que camina detrás de los adultos con las manos unidas a la espalda) me vinieron muchas cosas a la cabeza.

Recuerdos de niñez en los que mi padre era para mí un superhéroe, y mi madre la mujer más guapa y más lista del mundo. Y cómo soñaba con casarme con alguien igualito a mi papá, a la vez que me convertía en una copia exacta de mi madre.

De papá "imité" el genio y la mirada asesina, y supongo que a mamá le debo mi amor por los libros. ¿Os acordáis de aquellos libros que guardaba como oro en paño de cuando era pequeña? Ella aprendió con ellos, y estuvieron en casa hasta que nosotros los descubrimos y... bueno, ya conocéis la historia.

En fin, que imitando nuestros modelos de la niñez, hemos llegado hasta aquí siendo lo que somos.

Y yo estoy contenta...