La vida es sueño

La vida es como una ola, un constante vaivén entre el sueño y la consciencia.

El secreto (Segunda parte)



a práctica habitual era someter a la bruja confesa a una o varias pruebas, llamadas pruebas de brujas.

Las más conocidas y practicadas eran la prueba del agua y la del fuego. También lo eran la de la aguja, la de las lágrimas y la del peso. Nuestra antepasada fue sometida a la prueba del agua, y eso le salvó la vida.

En la prueba, el acusado era atado de pies y manos y se le descendía con una cuerda a una masa de agua mientras se repetía el rezo:

“Deja que el agua no reciba el cuerpo de aquel que, liberado del peso de la bondad, es llevado por el viento de la injusticia”.

Si la acción seguía su curso normal, es decir el reo se hundía, era declarado inocente y se le sacaba de nuevo del agua, aunque en estos casos la mayoría de las veces era demasiado tarde para el acusado, pues terminaba ahogándose.

La prueba de nuestra antepasada fue realizada en un río cercano a la aldea. Aún no se muy bien cómo, consiguió desatar las cuerdas que ataban sus brazos y piernas mientras estaba bajo el agua, y bucear hasta alejarse lo suficiente de sus verdugos.

Y tampoco he conseguido averiguar exactamente cómo llegó a España. Pero sospecho que fue ayudada por el hombre con el que pasó el resto de su vida. Él curó sus heridas tanto físicas, que fueron muy graves y le dejaron terribles secuelas, como emocionales. Tuvo una sola hija, a quien puso de nombre Liberté.

En su lecho de muerte, con una voz que ni su hija ni su esposo le habían oído utilizar nunca, lanzó un hechizo sobre Liberté y sobre todas sus descendientes.



Lo hizo en Gaélico, la lengua de sus antepasados, por lo que las palabras que utilizó se han perdido en el tiempo, pero se conserva parte de su traducción.

“… Que ningún hombre, noble o plebeyo, que pose sus ojos sobre una de vosotras, pueda jamás olvidarla, y que su mente y su corazón queden atados para siempre al mínimo aleteo de sus pestañas…”

Nuestra antepasada nos convirtió con un hechizo en lo que el dolor y la venganza le habían convertido a ella… Nos convirtió en hechiceras.

Por eso, somos como somos. Ahora ya conocéis nuestro secreto. Guardadlo, como yo lo he guardado.

Larga vida, hechiceras…

7 sueños:

¡¡¡Pero qué imaginación la tuya!!!! ¡¡¡jajaja!!!

Ahora lo entiendo todo, por eso mi Miki vuela cuando le miro. Ahora entiendo por qué siempre me dice que se enamoró de mis ojos... y eso que soy bizca... pero forma parte del encanto.
Ahora entiendo por qué no me deja ni a sol ni a sombra, por qué no se puede ir a la cama sin mi, por qué le gusta como le cocino, como le plancho la ropa, como le escucho sus larguísimas conversaciones... me cago en el hechizo!!!

Bueno, o los tenemos hechizados o ellos son muy listos y nosotras muy tontas!!!

¡¡Larga vida hechicera!!

 

Nunca había sospechado de que teníamos antepasados de estos, pero ahora se explica como tengo a la adoptada de hipnotizada, y sometida a mi voluntad. No tengo nada más que pedir una cosa, y la adoptada no me hace ningún caso, y me ignora.
No será que en mi caso no funciona porque es sólo para casos tan raros como los vuestros, malas y perversas con pocos escrúpulos y con ideas retorcidas.
No me metáis tanto miedo que me estoy "C - G - N D -----".
Je, je, je, je...

 

Dory, no me puedo creer que me digas eso. ¿Imaginación? Pero si tú precisamente has visto todos los documentos que he ido recuperando a lo largo de los años... (ja, ja...)
Puedes estar segura que los tenemos hechizados (a nuestros maridos, digo). Es la única explicación que le encuentro al hecho de que después de tantos años, aún sigan con nosotras... ¡Con lo locas que estamos...! ja, ja, ja...

¡¡Larga vida, hechicera!!

Kenyon, lo siento. Yo conozco el motivo para que la adoptada no se someta a tu voluntad. Verás, es que el hechizo solo era para las mujeres de la familia, con lo cual creo que a ti ni te roza...
Pero no te preocupes, porque tienes en casa dos "muñequitas", que en cuanto cumplan los dieciocho (antes no, porque es demasiado poder para una niña), empezarán a romper corazones, y acabarás diciendo como Dory: "...¡Me cago en el hechizo!..."

¡¡Larga vida, padre de futuras hechiceras...!!

 

¡¡Por fin el esperado desenlace!!

¿De modo que ese es el motivo de nuestro éxito con los hombres?¡¡Pues vaya que desilusión!! Yo que pensaba que era mi encanto natural lo que les volvía locos;.... y ahora resulta ¡que era un hechizo!
¡¡Luna, acabas de arruinarme la vida!!ja,ja,ja,ja.

 

Bella, cariño, contigo no funciona el hechizo porque tú eres como Obelix (el amigo de Asterix), que se cayó en el caldero de la poción mágica cuando era pequeño y nunca más necesitó tomarla, porque los efectos en él eran permanentes.
Tú naciste con tal cantidad de encanto, belleza y atractivo, que aunque no nos hubieran lanzado el hechizo, a ti te hubiera dado igual.

¡Larga vida, hechicera que no necesita hechizos…!, ja, ja, ja.

 

¡No me digas eso Luna, que me suben los colores!.De todas formas te agradezco el cumplido, pues nunca viene mal que le suban la moral a uno.Pero no intentéis desviar la atención hacia mí, pues todos esos calificativos y otros tantos más, son parte de nuestra familia, y todos y cada uno de sus miembros está dotado de un encanto especial.
Quizá eso es lo que caracteriza a nuestra familia y la hace tan especial,eso y que por suerte todos estamos unidos y nos queremos.Algo de lo que hoy en día, pocos pueden presumir y de lo que a mí me encanta hacer:¡¡¡TENGO UNA FAMILIA ESTUPENDAAAAAAA!!!!
¡De esto presumo y siempre presumiré!.

 

¡Ay va! Parece que me falta una hechicera. Creo que es aquella que es capaz de hablar por teléfono mientras realiza labores domésticas con ambas manos. ¡Un prodigio de la naturaleza…! Josy, ¡tú si que tienes poderes…!